Los alumnos se aburren, no les motiva lo que encuentran en las aulas, y en gran medida es porque la mayoría de los profesores siguen pensando que el conocimiento debe salir únicamente de ellos hacia los alumnos, en ese sentido y unidireccionalmente.Las clases magistrales tienen cada vez menos sentido y utilidad; los alumnos convierten a sus profesores en ignorantes en algunos aspectos; sobre todo, en el manejo de la tecnología; el conocimiento se multiplica exponencialmente cada día, de modo que es imposible saberlo “todo”…
“Para que se produzca lo educativo, no hay más que ponerse a hacer y a experimentar. Enseñar lo que uno no sabe, ponerse a prueba, es fundamental, para que el trabajo sea singular, verdadero, no una réplica de fórmulas ya hechas”.
ES IMPOSIBLE SABERLO
TODO
¿Puede un profesor enseñar aquello que desconoce?
Jacques Rancière, filósofo francés, cuenta en su libro El maestro ignorante la experiencia de Joseph Jacotot, pedagogo francés, creador del conocido como “método Jacotot”. Este método conocido también como teoría de la educación universal, establece que es posible enseñar lo que uno ignora si uno es capaz de impulsar al alumno a utilizar su propia inteligencia.
¿Cómo se logra que, sin explicaciones, sin clases magistrales, un niño, o un adulto entiendan lo que no conocen?
Jacotot se instaló en Bélgica. Allí fue contratado por la Universidad de Lovaina para enseñar francés. Jacotot, que no sabía una palabra de holandés, distribuyó a sus alumnos una versión bilingüe de un libro de filosofía y los dejó solos con el texto y con su voluntad de aprender. Les pidió que aprendieran el texto francés ayudándose de la traducción. Después, les hizo repetir una y otra vez lo que habían aprendido y les dijo que leyeran el resto al menos para poderlo contar. Sorprendentemente, pocos meses después, todos eran capaces de hablar y de escribir en francés sin que el maestro les hubiese transmitido absolutamente nada de su propio conocimiento. Jacotot dedujo entonces que sus alumnos habían utilizado la misma inteligencia que usa un niño para aprender a hablar. ¿Qué hace un niño pequeño? Escucha y retiene, imita y repite, se corrige, tiene éxito gracias al azar y recomienza gracias al método. Todo sin ningún maestro.
Resumiendo: Jacotot no sabía holandés, sus alumnos no sabían francés, y aun así, logró que aprendieran el idioma y que además comprendieran la obra filosófica que tenían que estudiar.Jacotot se convenció de que lo que logra que el alumno active su “inteligencia” es independiente de que el maestro sepa más sobre una materia. Que era posible que un ignorante permitiera a otro ignorante saber lo que él mismo no sabía. Y aquí llegamos al sentido de la expresión “maestro ignorante”.
Entonces, ¿hasta cuándo deberán estar nuestros alumnos sentados en las aulas escuchando explicaciones? Menos mal que cada vez hay más maestros ignorantes, que son capaces de enseñar sin explicar, que consideran a sus alumnos como “iguales” en inteligencia, y hacen que lleguen por sí mismos a vivir la maravillosa experiencia del saber, que les preparará para seguir aprendiendo el resto de su vida.